Mantener viva la memoria

Un joven soldado tendido muriendo en brazos de una mujer en un campo de batalla desierto, Dudley Tennant (recortada). Wellcome Collection

ISABEL RODRÍGUEZ MAISTERRA.- El 28 de junio de 1914, el disparo que mató al heredero astrohúngaro, Francisco Fernando, también “troceó el mundo de seguridad y cordura en el que nos habían criado y que habíamos adoptado como patria”. Así describe el comienzo de la Primera Guerra Mundial Stefan Zweig en su libro El mundo de ayer. Memorias de un europeo.

Los jóvenes se alistaron con optimismo y dispuestos a luchar con orgullo por su patria, pensando que volverían a casa por Navidad. Nada más lejos de la realidad. La guerra se impuso con crudeza y crueldad y durante cuatro años asoló Europa y afectó a muchos otros países del globo. Las cifras de muertos son escalofriantes: dieciséis millones de personas, entre soldados y civiles, perdieron la vida en el conflicto.

El 11 de noviembre de 1918, la firma del Armisticio de Compiegne ponía fin a este traumático capítulo de la Historia.

Este blog celebra el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial. Es una ocasión para recordar nuestro pasado y mantener viva la memoria de los que perdieron la vida, aprendiendo las lecciones que la historia deja en el presente.

Y tú… ¿cuánto sabes sobre la Primera Guerra Mundial? 
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